Cuando vamos a traer un gatito a casa vamos a necesitar:
Un arenero con piedrecitas sanitarias para que el gatito haga sus necesidades en ella.
Apenas llegue a casa, lo vamos a poner en el arenero, para que él de ahí, empiece a recorrer la casa.
Olerá todos los rincones, las habitaciones, los muebles.
Trate de estar el mayor tiempo posible con él, para que no se sienta solo, ya que va a extrañar mucho a su mamá y hermanitos.
Las caricias lo ayudarán a adaptarse rápido.
Hágalo jugar pero también dele tiempo para que duerma. Ya que los gatitos chiquitos necesitan dormir mucho.
Al gatito conviene tenerlos en una habitación hasta que haya entrado en confianza.
Controle a sus hijos, si son pequeños, que se porten bien con el gatito. Enséñeles a tratar al gatito con amabilidad y cariño.
Enseñe a sus hijos a sujetarlo. Tiene que tener las patas siempre apoyadas sobre el cuerpo o nuestra mano.
Si se lo levanta con las patas colgando, el gatito se asusta porque no tiene un punto de apoyo.
Si ud. ve que el gatito empieza a lavarse, es señal de que está tranquilo y bien.
Un gato que no se lava es para preocuparse.
Dele el alimento que le indicó la persona que le dio el gatito. Si le cambia la dieta, puede sufrir problemas intestinales y tener diarrea.
El gato es muy sensible a los cambios de comida y no lo favorecen.